La última propuesta para la iniciativa Lecturas junto al fuego ha resultado ser un libro muy peculiar de Samanta Schweblin. Estamos ante la primera novela de la escritora argentina, quien hasta este momento había escrito relatos; en principio, esta historia también iba a ser un cuento, pero se convirtió en una novela corta cuando la autora entendió que necesitaba más espacio. Con ella, Samanta ha ganado varios premios, entre los que cabe mencionar, en 2018, el Premio Shirley Jackson a la mejor novela corta. Y Netflix ha realizado una adaptación que todavía no he tenido la oportunidad de ver.
De Distancia de rescate es muy difícil hablar: es una novela que roba el aliento, agobia y asfixia, que, como intuyes desde el primer momento, no vas a entender del todo, y que, aun así, es imposible dejar.
La historia crece en torno a un dialogo entre una mujer enferma, Amanda, y un niño, David, que le insiste a ella en que ha de recordar exactamente lo que sucedió unos días atrás para entender qué ocurre ahora. El diálogo entablado entre ambos es inconexo, febril, extraño; nos es ajeno, nos es difícil ubicarnos, y, según avanzamos, no podemos sacudirnos la sensación de que el desenlace será igual de turbador y que dejará preguntas sin respuesta. Leí la novela junto a las administradoras de varios blogs literarios (Un Libro en un tris, Mis lecturas y más cositas y Pájaras lectoras -aprovecho para darles las gracias por acompañarme en esta aventura-) y ninguna hemos conseguido cerrar todos los interrogantes, y sobre algunos puntos tenemos incluso diferentes interpretaciones. Pero, igualmente, todas nos sentimos atadas a la lectura.
Fiebre, maternidad y contaminación
Distancia de rescate es un sueño febril, una pesadilla de pocas páginas (unas cien, depende de la edición) en la que avanzamos a saltos, guiados por David, en busca de un momento concreto: el momento en que llegan los gusanos. Por esta atmósfera onírica, no creo que sea un mal título el que se la ha dado en el mercado inglés, “Fever Dream”, aunque esto quita el foco del tema central: la maternidad.
La distancia de rescate es el nombre que uno de los personajes da a la distancia que le permitiría acudir en ayuda de su hija si esta estuviese en peligro. Pero la distancia de rescate no siempre se mide bien…, sobre todo cuando no se reconoce el peligro. Y eso es lo que nos cuenta, creo, el libro, al menos una parte, porque otra parte se centra en otra cara de la maternidad: el rechazo.
Por los gusanos. Hay que ser paciente y esperar. Y mientras se espera hay que encontrar el punto exacto en el que nacen los gusanos.
Otro de los temas de la novela es el del peligro de los tóxicos y los pesticidas y, particularmente, los peligros que suponen en el campo argentino. Si bien a mí este me pareció un tema secundario, para la autora es muy importante, y en una entrevista a Europa Press afirmó: “Los animales que mueren en Distancia de rescate, los chicos intoxicados (…) podrían asociarse con elementos un tanto fantásticos del libro, o cercanos al relato de terror, pero esta es la realidad del campo argentino”.
Distancia de rescate es una lectura que, a pesar de su extrañeza, de su capacidad de perturbar, y de que no satisfará a todo lector, no puedo dejar de recomendar.
Hola Anabel, qué casualidad yo publico la reseña mañana. Sí, es como bien dices, angustiante, asfixiante, extraña y estremecedora, pero no puedes dejar de leer. Ya sabes que fui la primera en terminarlo a pesar de que no me animé al principio a la lectura conjunta.
Y sí, es una novela que dificilmente se olvidará y muy recomendable.
Un besazo
Ha sido una lectura extraña, pero creo que la recordaremos mucho tiempo, sobre todo por las vueltas que le hemos dado jajaja
Gracia por participar, Nitocris, ha sido genial leerla con vosotras 🙂
Una reseña excelente para un libro muy extraño y perturbador. Y que no puedes dejar de leer… Yo voy a tardar más en hacer la reseña, que todavía no sé cómo enfocarla. Y porque últimamente estoy perezosa a la hora de hacer reseñas, la verdad…
Besotes!!!
Muchas gracias, Margari, y muchas gracias por participar: nos lo hemos pasado muy bien intentando encontrar todas las respuestas y con todas las conjeturas que hemos hecho sin parar jajaja La reseña ya saldrá cuando tenga ganas 😉
Un beso.
Con lo que me gusta el terror!!!! Ya lo anoto.
Gracias por compartirlo.Abrazobuho.
Espero que te guste cuando lo leas 🙂
Un beso, Búho.
Hola, Anabel. Pues pese a tu recomendación, de momento, sigo pensando que no es para mí. Lo de las preguntas sin respuesta al final y que cada uno se las apañe como pueda, me sienta fatal. Reconozco que tiene un punto atractivo, de esas cosas que atraen porque son complicadas y diferentes.
También tiene a favor que es corta y por tanto, contundente.
Si cambio de opinión, ya os contaré.
Besos.
Hola, Norah:
Te entiendo perfectamente, porque a mí es algo que suele echarme para atrás, pero no la descartes, yo sigo pensando que te gustaría jajajaja Qué mala soy, siempre intentando aumentar las listas de pendientes 😀
Un beso.
Hola, Anabel.
Este tipo de lecturas, que son de entrada extrañas, suelo disfrutarlas. Por si tengo tiempo, la anoto.
Un beso grande,
Sí, es muy extraña, y además está escrita de una forma que no te suelta; a pesar de ser tan peculiar, es una lectura que se disfruta mucho mientras estás con ella.
Ya me contarás si te animas 🙂
Un beso.
Hola Anabel!! Me interesa mucho lo que nos cuentas sobre este título, creo disfrutaría con su lectura, así que tengo muy en cuenta tu recomendación. Me alegro que te haya gustado. ¡Estupenda reseña, como siempre! Besos!!
Es una novela extraña, pero te la recomiendo, seguro que te dejará huella 🙂
Un beso, Ana.