Bram Stoker es conocido sobre todo por una de sus obras, Drácula. Aparte de esta, a bastante distancia, le siguen en fama La guarida del gusano blanco y La joya
Si la ambientación, misteriosa y angustiante, es algo a destacar (sobre todo al inicio) otro de los logros del escritor irlandés es el antagonista, el conde Drácula: un villano pleno, sin sombra de amor ni compasión; no encontraremos aquí al vampiro enamorado, capaz de cruzar océanos de tiempo, como el de la maravillosa adaptación a la gran pantalla de Coppola. El conde de Stoker es cruel, astuto y vengativo.