Uno de los grandes autores del movimiento Romántico del siglo XIX en España fue Gustavo Adolfo Bécquer. Nació en Sevilla en 1836 y murió en Madrid en 1870, de tuberculosis, una de las pestes de aquel siglo. Creo que no me equivoco al suponer que la mayoría lo conocimos por primera vez en las clases de literatura del instituto (donde, recuerdo, me recalcaron que Bécquer pertenecía al Romanticismo tardío).
Por mi parte, tuve suerte, ni en mi colegio ni en mi instituto nos obligaban a leer una obra en concreto en las asignaturas de Lengua o Literatura, sino que nos daban a elegir entre varias, según el movimiento literario que estuviéramos estudiando. Al llegar al siglo XIX, yo misma, sin imposición, elegí a Bécquer: así descubrí sus rimas y sus leyendas… y me enamoré. No he querido que este autor faltara en la iniciativa Lecturas junto al fuego (pincha aquí para saber más de esta iniciativa), y por eso he propuesto una de sus leyendas (cuentos fantásticos, sobrenaturales o misteriosos, con muchas de las características del Romanticismo).
La ajorca de oro es un corto relato que cuenta la historia de Pedro Alonso de Orellana, quien, enamorado de la joven María Antúnez, decide obtener para la muchacha lo que ella más desea: la ajorca de oro que luce la Virgen de la catedral de Toledo. Sin embargo, esta imagen es muy especial para nuestro protagonista, por lo que la decisión de robar a la virgen su joya le producirá una angustia terrible.
Atmósfera
La historia está narrada con un lenguaje sencillo, muy vivo, adjetivado, que busca provocar una atmósfera opresiva. En este sentido, desde el primer momento, a través de sentencias como «la amaba con ese amor en que se busca un goce y solo se encuentran martirios», se trasmite una sensación de fatalidad inesquivable, algo que se acrecienta con la descripción de la soledad y las sombras del principal escenario: la catedral.
El miedo, en este relato, procede de la angustia del protagonista. Es él, solo él (por mucho que el narrador quiera culpar a María), quien, al romper las normas que le dicta su moral, se ve conducido a su trágico final. Se trata de una historia perturbadora que juega con el miedo psicológico y la locura y que recuerda profundamente a ciertos cuentos de Poe, como El corazón delator. Coincido con el resto de participantes en la lectura conjunta que hicimos el día 17 de febrero, día del cumpleaños de Bécquer (aprovecho para daros las gracias a todos por participar), en que, en esta ocasión, el final, aunque angustiante, no resultó tan aterrador como la primera vez que lo leímos.
Temas
Los temas que el cuento aborda son varios. El más destacado es el amor y, sobre todo, la mujer como fuentes de perdición, una visión primitiva de la futura femme fatale. Este tono machista, e incluso misógino, que se aprecia al principioo de la historia es algo que, reconozco, me ha… enfadado (como también lo hizo la primera vez que lo leí).
Aparte de este, encontramos otros temas de importancia, como la tentación, la locura o la destrucción que trae la ruptura de un tabú.
La joya
Una ajorca es el elemento que da nacimiento a la historia, y en mi opinión funciona casi como un macguffin. Macguffin es una expresión acuñada por Hitchcock que se refiere (sobre todo en lenguaje cinematográfico) a un elemento en la trama que funciona como excusa argumental, hace que la historia se desarrolle y motiva a los personajes, pero que carece de importancia por sí mismo, por lo que es intercambiable por cualquier otro. En este caso, sería igual que María quisiera la ajorca, el manto de la imagen de la virgen o lo que guarda el sagrario.
También es destacable que este elemento, convertido en fuente de desgracia y deseo, sea un tipo de alhaja. Si pensamos en ello, en la literatura son muchas las joyas encantadas, malditas o que traen la desgracia (se me viene a la cabeza La piedra lunar, de Wilkie Collins), quizá porque suelen considerarse símbolos de vanidad, tentación o avaricia.
Resumiendo
Un relato corto en el que desde el principio sentimos acercarse la tragedia y donde la locura y la tentación tienen lugares destacados. Una leyenda que merece ser descubierta, al igual que el resto de sus hermanas (mi preferida, El rayo de luna).
Nota: En la imagen de cabecera, la catedral de Toledo (fotografía de Anabel Samani).
Hola guapísima, me ha encantado tus explicaciones y tu disección de cada pieza del relato. Es cierto que chirría esa descripción que hace de la belleza de la joven, aunque yo he querido disculpar al autor por ser producto de su tiempo, o eso espero al menos.
Me ha gustado mucho leer este relato con vosotr@s y estoy deseando leer más leyendas de Bécquer. No recuerdo El rayo de luna… A mí la que más miedo me producía era El monte de las ánimas…
Un besazo
El monte de las ánimas creo que se vendrá en un futuro octubre a este espacio de Lecturas junto al fuego (aunque no este próximo octubre) 😉
Si te animas con El rayo de luna, ya me contarás qué te parece al releerla 🙂
Muchas gracias por participar en la lectura conjunta, Nitocris.
Un beso grande.
¡Cuánto tiempo sin leer este relato! porque aunque a mí sí me obligaban a leer ciertas obras, normalmente no me molestaba pues solían ser obras que me gustaban mucho (era yo una niña muy rarita)
De verdad que me ha encantado leerlo en tu casa.
Besos 💋💋💋
Gracias, Trotera, me alegra que te haya gustado que se haya acercado hasta aquí este relato 🙂
Un beso 😉
Cierto que molesta un poco esa descripción de la belleza de la joven, pero como dice Nitrocris, es fruto de su época y supongo que al lector en ese momento no le molestaba. Y no, no nos da ya tanto miedo como antes. Yo es que sería quinceañera la primera vez que leí este relato. Y bastante miedica. No me importaría seguir leyendo estas leyendas, así que si os animáis, contad conmigo otra vez! Y magnífico el análisis que has realizado de esta historia.
Besotes!!!
Gracias, Margari, y gracias también por unirte a la lectura conjunta:-) Como le dije a Nitocris, El monte de las ánimas (gracias por dejarnos el enlace, ya lo tengo guardado en marcadores) casi seguro que se viene a Lecturas junto al fuego un mes de octubre, aunque no creo que este año. Prometo avisaros cuando la proponga 😉
Besos, Maragari.
Hola, Anabel.
A mí tampoco me solían obligar a leer y leí muy poco. De Becquer nada. El año pasado me regalaron El.monte de las ánimas en una edición muy chula. Quiero leerlo enseguida y si me convence, que para los clásicos soy muy rara, me pondría con más y este puede ser uno de ellos. Me encantan las historias de terror bien contadas.
Besos
Yo creo que te gustará El monte de las ánimas, pero ya nos contarás 😉
Un beso, Norah, y anímate con Bécquer 😉
Sí, mencionar a Bécquer me evoca también esas lecturas que te mandaban en el instituto (Rimas y leyendas, la que más recuerdo). Aunque por aquel entonces la lectura me resultaba un suplicio… Quién me iba a decir por aquellos años que se acabaría convirtiendo en una de mis grandes pasiones, ironías de la vida. Es imperdonable que aún no me haya puesto con algo del autor, sobre todo siendo de mi misma ciudad.
Por cierto, te quedó genial la fotografía, va ideal como portada para esta historia.
Un beso 😉
Sí, qué raro… A mí siempre me gustó leer y escribir. Una alegría que ahora sea tu pasión y nos regales tus cuentos 😉
Espero que te guste Bécquer cuando te animes con él.
Me alegra que te haya gustado la elección de la fotografía, Ray 🙂
Un beso.
Hola, Anabel:
Como te comenté, creo que ya lo leí hace años a pesar de que no lo tengo marcado como uno de los obligatorios, supongo que en gran parte por eso me vi venir el final. Me ha servido de excusa para ponerme con el resto de leyendas: para releer las que ya leí en su momento, que recuerdo dos en especial, y leer por primera vez el resto y así finalizar el libro. A ver si lo consigo :p
Un beso!
Jajaja si no lo consigues, acuérdate de que el octubre del año que viene hay programada para Lecturas junto al fuego la leyenda de Bécquer El monte de las ánimas 😉
Un beso, Lit.
Hola.
A mi hermano le encantan este tipo de historias, no deja de recomendarme, y creo que este relato estaba entre ellas, pero mi cabeza es un desastre.
Muchos besos.
Tienes que leer alguna de sus leyendas, Rubí 😉
Un beso.
Hola Anabel!! Me llevo bien anotada tu recomendación, puesto que desconocía por completo este título y me llama mucho. ¡Genial reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
Espero que la disfrutes, y también de las de más leyendas si te animas con ellas 🙂
Un beso, Ana.