Quienes soléis pasaros por aquí sabéis que, aunque al blog traigo casi siempre libros de misterio, terror o fantasía, soy una lectora que picotea de todos los géneros, y que de vez en cuando me gusta hablaros también de esos otros libros más alejados de mi lado oscuro. Hoy son…
Próxima Estación. Mónica Gutiérrez
Los libros de Mónica siempre nos regalan lugares mágicos, bellos y cálidos por donde pasean personajes entrañables y amables. ¿Cuál es ese lugar en esta ocasión? El Venice-Simplon Orient Express.
Nuestra introductora en este viaje es Sigrid, una historiadora que, tras trabajar varios años en un hotel, acaba de encontrar su empleo soñado en un museo. Pero antes de irse, Ángela, su jefa y amiga, le pide que la acompañe a una convención hotelera que se celebra en el maravilloso Orient Express. Sigrid, junto a su conejo Houdini, se dispone a disfrutar de un viaje que promete ser un sueño que transcurrirá entre hermosos apliques y bellos artesonados, hasta que se da cuenta de que alguien de su pasado está en el tren y que todo ha sido una encerrona de Ángela. (Por cierto, no entiendo cómo son tantos los personajes que tienen problemas para saber lo que es un conejo).

Gracias a Sigrid y a Gilberto, un agente de acompañamiento que siempre tiene una anécdota que contar, nos sumergimos en los vagones y la historia del tren (por ejemplo, que hubo un tiempo en que el Orient Express recomendaba a sus viajeros que llevaran armas de fuego). Aparte de estas curiosidades, no falta una de las señas de identidad de la autora: los guiños literarios. Así, encontramos desde el que se me antoja en esta ocasión imprescindible, referido a Agatha Christie y sus doce culpables, hasta otros que remiten a la saga de Harry Potter o a Alicia en el País de las Maravillas (creo que en todos los libros de Mónica hay alguna referencia a este último).
Próxima Estación me ha gustado, no tanto como La librería del señor Livingstone, Un hotel en ninguna parte o Todos los veranos del mundo (creo que por culpa del personaje del chef, que se me atragantó un poquito hasta casi al final), pero es un viaje estupendo, en un tren de ensueño, que nos habla de segundas oportunidades, de vencer miedos, de pasado y presente y de reconocerse a uno mismo; y todo ello contado con el estilo de Mónica y su escritura, tan cálida y acogedora como un antiguo y brillante vagón del Orient Express.
Atlas de las constelaciones. Hannah Waldron y Susanna Hislop
Atlas de las contelacines de Waldron y Hislop es un libro ligero, escrito con una buena dosis de humor, que acerca la historia de las 88 constelaciones actuales. Sin embargo, no es un libro de astronomía ni está escrito con rigor científico.

Muchos de los nombres que las constelaciones han recibido tienen su origen en un mito (como Andrómeda o Perseo), pero otros han sido otorgados en honor a algún invento científico (como el microscopio) o a un animal (como el camaleón). En las ocasiones en que la constelación no tiene una historia propia, la autora opta por contar algún hecho relevante sobre ella, o, a veces, inventarse un cuento. Una de las cosas que más me ha gustado del libro son las referencias a cómo diversas culturas han visto la misma constelación: es una pena que este último punto no se encuentre en todas las constelaciones.
Aunque no todos los textos me han gustado (como los que acompañan a las constelaciones El cincel y Leo), en general he disfrutado mucho con el tono ligero, y hasta algo gamberro, y con la cuidada edición.
A continuación os dejo un resumen de la historia que acompaña a la constelación del Unicornio (una de mis favoritas), una conversación entre dos niños.
-Pues claro que existen los unicornios -dijo ella con calma-. Había muchos en la antigua China y en la India, puedes ver un dibujo de uno que está luchando con un león hace 3500 años. Y también hay tapices medievales que explican cómo se cazan. Tienes que llevar una cosa que se llama “una virgen” y después el unicornio, que es muy tímido, viene y se acuesta en su regazo (…). Y el unicornio sale en A través del espejo, tonto del haba, en una canción sobre la tarta de ciruelas y una pelea entre Escocia e Inglaterra (…). Y si aún no crees en los unicornios -dijo Betty para terminar- mira a través de un telescopio y verás uno (…). Puedes ver su cuerno, que es un cono de gas y polvo a 2700 años luz, y que es mucho más mágico de lo que nadie se imagina, porque fabrica estrellas y ha hecho un grupo precioso de ellas que se llama Cúmulo del Árbol de Navidad. Así que los unicornios existen, cabeza de alcornoque, y probablemente Papá Noel también.
Por último, antes de marcharme, permitid que me haga eco de la opinión de Library Journal compartida en la web de la editorial Errata Naturae, porque me parece muy acertada: “Las ilustraciones de Waldron son sorprendentes, un complemento perfecto de las deliciosas historias que nos cuenta Hislop. No se trata de un atlas en el sentido literal, sino de una exploración fascinante y gozosa del cosmos. Un libro muy atractivo y recomendable para todos aquellos a los que les interese la astronomía, el arte, la mitología, la historia…».
El atlas tiene pinta de ser precioso, aunque no trata un tema que me apasione…
¡Un beso!
Sí, es muy bonito 🙂
Un beso, Chica Sombra.
Hola guapísima, a ti te pasó con el chef como a mí, pero tú le indultaste al final y yo no… jeje…
El atlas de las constelaciones me llama la atención , voy a ver si puedo cotillearlo.
Un besazo
Jajajaja Sí, es verdad, al final le indulto un poco jajajaja
A ver qué te parece el atlas cuando le eches un ojo 😉
Un beso, Nitocris.
El de las constelaciones me parece una verdadera preciosidad. Un beso enorme y feliz semana.
Sí, es muy bonito y distinto 🙂
Un beso, Rocío, y feliz semana también para ti.
El Atlas tiene que ser una preciosidad! Me has dejado con la necesidad de tenerlo y poder disfrutarlo. El de Mónica lo leí el año pasado y me encantó, como todo lo que ella escribe.
Besotes!!!
Es que Mónica siempre nos regala viajes muy bonitos… Espero no tardar mucho es descubrir lo que pasa en su último libro, que creo que es el único que me falta por leer.
Un beso, Margari.
La verdad, nunca me ha llamado especialmente la astronomía, pero solo por esas historias tan curiosas y simpáticas no me importaría leerme el libro.
Un beso 😉
Échale un ojo entonces, a ver si te gusta 🙂
Un beso, Ray.
Hola.
Tengo muy pendiente el de próxima estación, me encanta la autora, tienen un estilo feelgood muy bueno.
Muchos besos.
Seguro, seguro que cuando lo leas te gusta. Ya nos contarás, Rubí 😉
Un beso.
Hola!
Tengo pendiente volver a leer a Mónica, que por el momento solo la he leído bajo pseudónimo…
El atlas me lo apunto, que me ha parecido curioso.
Un beso!
Pues si no la has leído como Mónica te recomiendo primero La librería del señor Livingstone o El noviembre de Kate 😉 El atlas es muy curioso, échale un ojo 😉
Un beso, Lit.
Hola Anabel!! Unos títulos muy atrayentes, me los llevo anotadísimos. Me encantan, besos!!
Espero que disfrutes de ellos si te animas 🙂
Un beso, Ana.
Ay, Anabel, que hace la tira que no entro en mis blogs porque llevo parte de septiembre y todo octubre trabajando sin descanso y se me había pasado tu lectura de «Próxima estación». Muchísimas gracias por venirte de viaje en el Orient Express. Un beso muy grande.
Gracias a ti por el viaje y por dejarme conocer a ese conejito que me ganó el corazón. A ver si tiene su propia aventura en un futuro: quizás un truco de magia con unos canónigos… ;-D
Besazo.