Un 21 de octubre, pero del año 1929, nació Ursula K. Le Guin. Hoy he querido rendirle un pequeño homenaje en el blog acercando dos de sus libros, Los desposeídos y El nombre del mundo es bosque. Son dos obras que se englobarían dentro de la ciencia ficción especulativa y que forman parte del Ciclo de Ekumen o Ciclo Hainish. En realidad, las novelas que conforman esta serie son totalmente independientes y lo único que comparten es que ocurren en el mismo universo, es por esto que hay algunos elementos comunes en todas ellas (por ejemplo, un instrumento llamado ansible, que permite la comunicación a largas distancias de forma instantánea). No hay un orden establecido de lectura, sin embargo, he decidido leerlas por el orden cronológico que propone Ian Watson para esta saga.
2300 d.C. – Los desposeídos.
2368 d. C. – El nombre del mundo es Bosque
2684 d. C. – El mundo de Rocannon
3755 d. C. – Planeta de exilio
4370 d. C. – La ciudad de las ilusiones
4670 d. C. – La mano izquierda de la oscuridad
Hoy hablaré un poco de las dos primeras novelas.

Los desposeídos
Este libro solo puedo calificarlo de magnífico, y por múltiples razones: desde la multitud de capas que contiene hasta el modo de mostrarlas. No es de extrañar que haya ganado el Premio Hugo, el Premio Nébula y el Premio Locus.
La historia es la de Shevek, un físico del planeta Anarres, en donde se vive en una sociedad anarquista, y su viaje al planeta Urras, concretamente a la zona de A-Io, donde vive la sociedad del propietariado (fácilmente identificable con el sistema capitalista y consumista). Los objetivos del científico son nobles, derribar muros y desconfianzas, lograr sociedades mejores, incluso constatar en primera persona que Urras no es tan malo como se cree en Anarres. Pero ¿podrá conseguir lo que pretende? ¿Y Urras?, ¿será el infierno egoísta que creen los habitantes de Anarres?
Uno de los aspectos que más me ha impactado es cómo la autora presenta esta novela utópica. Porque, si bien Anarres, donde vive una sociedad anarquista, es una utopía, no es en ningún sentido un lugar simple, vacío, ni un lugar donde el ser humano se ha convertido en un ser sin defectos. Ursula ha pensado mucho en esta sociedad y en el comportamiento del ser humano, y sabe (intuye) que ninguna sociedad sería perfecta. Por eso «no todo es miel sobre hojuelas en Anarres»: el rencor, la envidia, incluso el deseo de poder y la imposición social de un determinado comportamiento están presentes en este mundo donde nadie posee nada y donde ni siquiera debería existir el poder y la imposición.
Otro de los aspectos más interesantes de la novela es el estudio del lenguaje, de cómo este puede afectar a nuestra visión del mundo y de lo importante que es el uso de expresiones en nuestra vida (un tema muy candente en la actualidad).
Hay tanto de lo que hablar que es casi imposible de abarcar con una pequeña reseña. Entre otras cosas que me gustaría apuntar, Ursula nos pregunta qué es la libertad: ¿es obedecer la ley?, ¿es la responsabilidad?, ¿es desafiar a la sociedad?, ¿es acaso la opción de la posesión? Y a esa pregunta le siguen otras que nos interpelan sobre el consumismo, la sobrexplotación de los recursos naturales, la ecología, la riqueza, la pobreza, el poder, el feminismo, la sexualidad…
Los desposeídos, a pesar de lo que pueda parecer, y de necesitar de cierta tranquilidad en su lectura, en ningún momento se hace densa, aunque tampoco es una novela ligera para pasar el rato. Creo que lo satisfecho que uno se sienta tras terminarla dependerá en gran medida de lo que espere de ella.
El nombre del mundo es bosque
De esta novela, que ganó el Premio Hugo en 1972, he visto opiniones que dicen que es de los libros más flojos del Ciclo de Ekumen porque no ahonda en los temas que presenta. No comparto esa apreciación: las cuestiones esenciales son expuestas y denunciadas con brevedad, pero a la vez con claridad y rotundidad. También a veces le achacan que los personajes son muy estereotípicos; aquí quizá tendría menos que objetar, sobre todo en el caso deel villano, sin embargo, hay personajes muy complejos, como Selver, el gran protagonista, que experimenta una gran evolución a lo largo de la historia.
El argumento del libro se podría resumir en que en el planeta Athshe vive una sociedad matriarcal en armonía con la naturaleza: cazan lo que necesitan, no sobreexplotan los recursos y desconocen la violencia. Y este último aspecto se convierte en crítico, ya que, para desgracia de esa pacífica sociedad, los humanos del planeta Tierra llegan a Athshe y deciden que ese nuevo mundo, rico en unos recursos naturales que ellos ya han agotado, puede ser suyo; y esos humanos sí conocen la violencia.
Esta relación entre asthnianos e invasores presenta el principal tema de la novela: la xenofobia. Los asthnianos son muy diferentes de los humanos foráneos, tanto física como fisiológicamente, motivo por el cual los últimos se creen con el poder de esclavizarlos y explotarlos.

Pero El nombre del mundo es bosque es, a pesar de su pequeño tamaño, un gran libro, y lo bueno de los grandes libros es que sus temas pueden reinterpretarse con el tiempo: hay momentos (la mayoría a cargo de los crueles pensamientos del antagonista) en que la lectura puede interpretarse como una denuncia antiespecista.
Aunque en muchas ocasiones se destaca el tono antibélico de El nombre del mundo es bosque (por lo que he visto señalar fue escrito en parte como repulsa a la Guerra de Vietnam), creo que en la actualidad destacan más otros de los mensajes de la novela: la denuncia de la xenofobia y de la violencia, la defensa de la naturaleza, la crítica a la sobreexplotación de los recursos naturales y la aceptación del cambio.
La sensación para mí al terminar el libro es amarga: la humanidad no puede conocer algo nuevo y respetarlo, no puede no mancharlo, no puede no aprovecharse de ello.
Resumiendo
Los desposeídos y El nombre del mundo es bosque son dos libros magistrales, escritos con una prosa bella y potente, en los que se aprecia cierto cariz taoísta, que tratan multitud de temas y que se construyen sobre la base de una utopía: en el primero los humanos crean esa sociedad utópica, en el segundo, por el contrario, destruyen la sociedad utópica.
Ambos denuncian temas como el agotamiento de los recursos naturales, el desprecio del ser humano por la naturaleza, el machismo, la desigualdad, el poder tiránico del capitalismo y el consumismo, y la xenofobia.
Los desposeídos es más complejo y, de momento, mi preferido de la autora, junto con Un mago en Terramar. El nombre del mundo es bosque me parece una gran elección como primer acercamiento a esta escritora.
Hola guapísima, tengo ganas de leer Los Desposeídos, bueno tengo ganas de leer todo lo de esta mujer. Pero ahora más.
El nombre del mundo es bosque fue una maravilla poder leerlo contigo. Creo que ambas disfrutamos mucho de la historia y aborrecimos mucho a cierto personaje, jeje… Me ha gustado muchísimo cómo lo has explicado todo.
Un besazo
Muchas gracias, Nitocris.
Espero que te guste Los desposeídos, se ha convertido en uno de mis libros favoritos 🙂
También disfruté mucho de la lectura en tu compañía: cómo odiamos al villano… Sigo esperando que exista un círculo del infierno exclusivo para él y algunos otros… 🙂
Un beso.
Hola, Anabel.
Se me hace la boca agua leyendo tu reseña sobre estos dos libros. A ver si poco a poco voy sacando tiempo y puedo reincoporar estos dos libros a mis lecturas.
Un besazo,
Creo que ambos te gustarán mucho. Hazles un huequecito, ya verás como no te arrepientes 😉
Un beso, yo leo Novela.
La ciencia ficción no es mi plato fuerte. esta vez las dejo pasar, pero gracias por la info.
Besos.
Si no lo ves claro, entonces mejor dejarlos. Quizás en otro momento.
Un beso, Lady.
Me cuesta animarme con este género, así que en esta ocasión, pese a tus buenas opiniones, los dejo pasar. Quizás si en algún momento me da por leer algo del género…
Besotes!!!
Eso, apúntate los dos títulso por si acaso. Quizás en el futuro te apetezca más 🙂
Un beso.
Hola. Creo que el primero me podría gustar pero el segundo no tanto, se tuercen mucho las cosas, demasiado distópica para mí. Me llama la atención la autora pero todavía no me he decidido, creo que mejor empiezo con algún relato o uno que vaya solo.
Besos
Hola, Norah:
Estos libros son independientes, pero si te llama más otro tipo te recomiendo Un mago en Terramar, que es una historia de fantasía inolvidable.
Un beso.
Me encanta esta autora. Fue una adelantada a su época y nos dejó valiosas lecciones sobre la Ciencia Ficción y la vida.
Un beso enorme y feliz fin de semana, Anabel.
Coincido contigo, Rocío.
Feliz semana para ti también 🙂
Hola Anabel!! Me encanta descubrir nuevas lecturas y éstas que nos presentas tienen muy buena pinta. Anotadas quedan. ¡Genial reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
Espero que las disfrutes, Ana. Ya me contarás, si tal final te animas 🙂
Un beso.
Hola!
Mira que esta autora tiene buenas opiniones, incluso da la casualidad que siempre que piso Gigamesh hay alguien hablando de o recomendando sus libros (es curioso en serio xD), pero a mí me da cosita hasta el punto de que ni siquiera he mirado bien qué títulos tiene… y veo que a ti te encanta… no sé, quiero leerla algún día, pero ahora no es el momento.
Un beso!
Sí, me gusta mucho, sus obras tienen mucho fondo y te dejan pensando cuando las acabas. Te recomiendo El nombre del mundo es bosque: es cortito y te dará una buena idea de si te gusta la autora. No dejes de leer ese libro 😉 (no podía dejar que te marcharas de la entrada sin aumentar tu lista de pendientes jejeje).
Un beso.
Hola.
Pues no conocía ninguno de los dos, pero me gusta lo que comentas de la trama, y sobre todo que su prosa sea potente, muchas veces descarto por portadas, y no debería, dentro pueden contener una gran historia.
Muchos besos.
No los dejes pasar, Rubí. Sobre todo creo que podría gustarte El nombre del mundo es bosque.
Si te animas, cuéntame qué te pareció 😉
Un beso.
Es un género al que me cuesta acercarme. A pesar de ello, en el caso del primero, por ejemplo, solo por los temas tan interesantes que plantea me llama la atención. La trama del segundo me recuerda bastante a Avatar (los nativos de un planeta que veneran el poder sagrado de la naturaleza, frente al egoísmo de los humanos invasores que solo quieren sacar tajada y hacerse los amos del cortijo). Una de mis pelis favoritas, por otro lado, y de las más menospreciadas por el público, no entiendo por qué.
Un beso 😉
Mientras leía El nombre del mundo es bosque junto con Nitocris (del blog Un libro en un tris) lo mismo nos pareció a las dos, de hecho, ella lo comenta en su reseña (te la dejo aquí por si quieres pasarte https://unlibroenuntris.blogspot.com/2021/10/el-nombre-del-mundo-es-bosque-de-ursula.html). Yo creo que ese libro te va a gustar, así que te lo recomiendo, porque es un muy buen primer acercamiento a la autora. Luego puedes animarte con Un mago en Terramar, que a lo mejor te gusta más porque es de fantasía. Con esos dos títulos creo que puedes saber si es una autora con la que encajas o no.
Ya me dirás si te animas con El nombre del mundo es bosque o algún otro de la autora.
Un beso, Ray.