Los objetos malditos nos llaman la atención. Aunque nuestro pensamiento sea de lo más lógico y científico, la cantidad de leyendas y desgracias que los rodean casi nos parece mágica. Por supuesto, también al autor le han llamado la atención, y, por ello, Ocker ha realizado este compendio de objetos malditos.
El libro, escrito con un estilo informal y un poco de humor, para nada excesivo, comienza con una parte en la que el autor explica qué son los objetos malditos y por qué nos fascinan.
Después encontraremos los objetos clasificados en varias secciones: Objetos malditos en vitrinas, Objetos malditos en el cementerio, Objetos malditos en el desván, Objetos malditos de piedra, El negocio de los objetos malditos, ¿Por qué estos objetos malditos no están malditos? y Tecnología maldita.
Los objetos
Descubriremos objetos muy diversos. Desde algunos pequeños, como un hermoso diamante, hasta piedras de cuatro metros de altura; desde algunos muy famosos, como la muñeca Annabelle o la tumba de Tutankamón, hasta otros más desconocidos (al menos para mí), como el anillo de Silviano o un pilar maldito ¡que se maldijo a sí mismo! Al final, al hacer un repaso de todos los objetos, se puede concluir que cualquier cosa puede estar maldita, así que ¡ojo con lo que compras! Eso sí, las figuritas y las muñecas parecen propensas a este mal.
La historia de cada objeto se lee en cinco minutos, o menos, lo suficiente para conocerlos, pero sin ser una descripción minuciosa o tediosa de cada uno; en mi opinión, una extensión perfecta. El libro está lleno de curiosidades, pero, como resulta fascinante descubrirlas, solo os contaré una más: al comienzo encontraremos una maldición contra aquel que robe el libro. Ocker explica que esto era algo muy normal en los libros anteriores al siglo XIX, cuando era objetos caros y, a veces, hasta únicos.

Lo único que eché de menos en esta lectura fue que, a pesar de que hay algunas ilustraciones que acompañan al texto, contara con fotografías de los objetos junto a las descripciones.
Hola guapísima, esa maldición la teníamos puesta en una sala en la Biblioteca, bueno y supongo que sigue allí, pero me he cambiado de sitio dentro de la Biblioteca y ya no paso por allí… Pues me parece original, pero luego me cansa leer libros en que las partes son tan pequeñas…
Un besazo
Jajaja sí, es verdad, en las bibliotecas la he visto alguna vez 🙂
A mí también me puedo cansar, es ese tipo de libros que va muy bien alternar con otros.
Un beso, Nitocris.
Gracias por la reseña, pero esta vez lo voy a dejar pasar. Un beso.
Si no te interesan los objetos malditos, mejor dejarlo pasar, Lady.
Un beso.
Esta vez no me tienta mucho así que lo dejo pasar.
Besotes!!!
La lista de pendientes seguro que agradece un respiro 😀
Un beso, Margari.
Qué interesante. Me encantaría leerlo. Yo no echaría de menos fotos, porque así quedaría como más serio y académico, creo que lo de las ilustraciones es una buena idea, le da un toque desenfadado. Muy buena la maldición del libro. ^^
Un beso 😉
Sí, es cierto, las ilustraciones casan muy bien con el tono desenfadado del libro, pero como quería conocer los objetos, tuve que buscar todas las imágenes en internet para ver cómo eran los artículos; personalmente, me hubiera gustado que las incluyera.
Un beso, Ray, si lo lees espero que te resulte interesante 😉
Hola, Anabel.
Es bastante curioso. Aunque no es un libro que compraría, si lo tienen en la biblio le echaré un ojo que seguro que alguno me interesa. Esto es muy Cuarto Milenio, que es mi programa de tv favorito de la vida.
Besos 😉
A ver si lo encuentras en la biblio y le echas un vistazo, algunas historias son muy curiosas 🙂
Cuarto Milenio lo vi al principio, varias temporadas, pero hace tiempo que lo he dejado.
Un beso,Norah.
¡Pero bueno! ¿Y este libro?
Sí, estaría bien que llevase fotografías de los objetos reales, pero creo que, aun así, y con lo que me apasiona el tema, lo podría disfrutar mucho.
¡Me lo apunto!
Uy, este creo que lo vas a disfrutar mucho, ya verás 😉
Un beso, Tamara.