Empiezo la entrada con una afirmación: de los libros que tengo, este es el que tiene la portada más fea, y dudo que haya alguno que pueda tenerla aún más fea (tanto sí, pero no más). Para más inri, ni siquiera representa demasiado la historia. Es el claro ejemplo de que no debemos juzgar un libro por su portada.

Víctimas es para muchos una de las mejores novelas de Koontz, algo con lo que estoy de acuerdo, por lo que he creído que no podía faltar en la iniciativa Lecturas junto al fuego; además, es una elección perfecta para celebrar que hoy, 21 de julio, es el Día del Perro: un día para recordarnos todo lo que nos dan estos peludos y lo poco que piden, para recordarnos que los amigos ni se compran ni se abandonan, eso solo lo hacen los… bueno, me contendré y diré los villanos.
Por otro lado, he leído esta novela en una lectura conjunta y aprovecho para dar las gracias a los blog de Mis lecturas y más cositas y de Susurros de bibliotecas por acompañarme.
Hablando ya propiamente de la novela, la historia mezcla suspense y terror, pero con mucho más del primero que del segundo. Además, igual que pensé la primera vez que lo leí, si tuviera que ponerle al libro un calificativo, este sería el de benévolo, por lo que puede ser buena elección para que se acerquen al género quienes no disfrutan del terror.
- Otras portadas en España… mejores, pero no mucho 🙂
Argumento
El argumento es sencillo, de un laboratorio de investigación se escapan dos seres manipulados genéticamente: un perro y una cosa horrenda e indescriptible. El primero es un ser bueno e inteligente, pero su compañero es tan inteligente como cruel. El perro fugado, que pronto encuentra a quien le ame y proteja, será perseguido por el Gobierno, por un asesino y por el otro ser del laboratorio. ¿Estará a salvo con su nueva familia o acabarán por darle caza?
Buenos y malos
Los personajes son bastante planos: los buenos son buenos, cada uno en su papel, y los malos, malísimos hasta los extremos. A este respecto, no hay mucho juego ni mucha ambigüedad, aunque sí evolución de los personajes.
Son tres los protagonistas de la novela: Travis, un hombre honrado y valiente que está pasando por malos momentos; Nora, una mujer miedosa que se subestima tras haber vivido sometida y recluida en casa por su tía; y Einstein, un golden retriever (o perdiguero dorado) de gran inteligencia que se ha escapado de un laboratorio. El camino de estos tres personajes pronto quedará unido, y juntos harán frente a sus miedos mientras se vigilan y protegen mutuamente. De hecho, el título original hace referencia a este respecto, es Watchers: vigilantes.
Casi funcionando como contraparte de cada héroe, en una especie de yin y yang, tenemos tres villanos: Vince Nasco, un asesino a sueldo que está como una cabra (lo de este hombre sí que es locura y no lo de Norman Bates); Streck, un canalla que odiaremos nada más conocer; y el ser del laboratorio, la contraparte de nuestro querido golden retriever. El problema con este último antagonista es que me ha dado mucha pena y, a pesar de su conducta, me cuesta calificarlo como villano. Koontz ha sabido jugar con mis sentimientos. No lo ha hecho de forma sutil, puede que incluso haya sido de manera facilona, pero el caso es que ha conseguido mi empatía.
Tensión
La historia atrapa desde el inicio. La mejor baza de la novela es la tensión que genera, ya que desde el primer capítulo la amenaza a la vida de nuestros tres amigos será continua. Koontz logra que te encariñes con los personajes rápidamente y, a partir de ahí, sin poder evitarlo, sufres por ellos página tras página, sobre todo por nuestro querido Einstein.
Una de las claves de esta tensión son las escenas agobiantes que crea el autor, con un cuidado manejo de la información que da y omite.
Pero también, a lo largo de la novela, hay momentos muy tiernos, que nos darán un respiro entre tanta tensión. Si bien la novela carece de grandes giros inesperados, os aseguro que se mantiene el ritmo durante toda la narración.
Temas
Los temas de la novela me han parecido muy interesantes, aunque no esté de acuerdo en varias de las respuestas que parece ofrecer.
El primero es antiguo, y ya lo planteaba Frankenstein, la novela de la cual Víctimas es deudora: ¿pueden hacer los científicos todo aquello que puedan hacer?, ¿tiene el ser humano derecho a jugar a ser Dios? A día de hoy, siguiendo la estela de esta pregunta, me parecen más importantes y actuales otras preguntas derivadas: ¿Qué derechos tienen los seres con los que se trabaja en los laboratorios? ¿Pueden acaso ignorarse los sentimientos y sufrimientos de los seres vivos en aras del conocimiento?
El libro también habla de la soledad, del cambio y del poder del amor como actor de ese cambio.
Me ha gustado mucho la idea, presente desde el principio, de cómo los perros mejoran la vida humana, incluso llegando a darle sentido.
Lo que no me convence…
Sin embargo, también hay cosas que no me han convencido de la novela, como una de las habilidades que aprende Einstein con la que tuve que hacer un gran esfuerzo para «creerla». Además, al igual que la primera vez que la leí, he percibido cierta moralina respecto a algunas cuestiones. Tampoco me olvido de mencionar que varias de las cuestiones sobre el comportamiento animal que se describen son falsas, la mayoría de ellas provenientes de conceptos antropocéntricos que se están demostrando erróneos, como, por ejemplo, la supuesta falta de sentido del yo en otras especies.
¿Por qué un perdiguero de protagonista?
Supongo que porque es muy posible que se trate de la raza preferida de Koontz, quien ha tenido varios perros de esta raza e incluso ha escrito un par de libros dedicados a Trixie, una golden que le regaló la sociedad Canine Companions for Independence en agradecimiento a sus generosas donaciones.

Resumiendo…
Víctimas es un libro de suspense y terror que te mantiene pegado a las páginas después de lograr que te encariñes rápidamente con sus personajes, sobre todo ese encanto de perdiguero dorado. Si os gustan los perros, no la podéis dejar pasar.
Hola, Anabel.
Una vez más he disfrutado mucho con tus propuestas de «Lecturas junto al fuego».
coincido contigo en algunos puntos de tu reseña, el punto fuerte es la tensión que se genera. A mí los protagonistas que acompañan a Einstein no me han marcado significativamente, creo que los grandes personajes son Einstein y «El alienígena», incluso creo que en esta historia los antagonistas tienen más peso que los personajes buenos.
Me alegra haber vuelto a leer esta novela que creo que es la mejor de Koontz.
Un besazo y gracias por la invitación a participar en tu lectura conjunta.
Sí, es que los personajes son un poco insulsos, sin matices de grises y se quedan un poco flojos, sobre todo «los héroes»; pero bueno, les coges cariño. En lo mejor de la novela creo que coincidimos plenamente: la tensión y Einstein y su contraparte 🙂
Muchas gracias por acompañarnos en esta aventura, lo pasé genial con vosotras mientras sufríamos por Einstein 🙂
Un beso, Susurros.
Hola guapísima, cómo le decía a Susurros fue una pena que no consiguiera encontrar un ejemplar para leerlo con vosotras, y más viendo lo que habéis disfrutado. Pero sé que habrá más Lecturas junto al fuego.
Un besazo
Sí, no te preocupes, habrá más lecturas junto al fuego 🙂 Al final, poco a poco, te vamos atrayendo al lado oscuro jajajaja
Un beso, Nitocris.
Coincido en que los protagonistas buenos son un tanto insulsos, aunque se les termina cogiendo cariño. Pero la estrella absoluta de esta novela es el perro, indudablemente. Y los malos también tienen su cosita, incluido el alienígena, que me terminó causando tristeza. La verdad es que hemos disfrutado mucho con esta lectura.
Besotes!!!
Uf, sí, al final el alienígena da mucho pena, ahí el autor te hace sufrir otro poco.
Muchas gracias por unirte a la lectura conjunta; entre las tres lo hemos pasado genial sufriendo por Einstein 😀
Me alegra que las tres lo hayamos disfrutado.
Un beso, Margari.
Hola intenté unirme a esta lectura pero al ir a buscarlo, (porque pensaba que lo podía tener) me encontré con otro del mismo autor y lo leí; y da la casualidad que lo he publicado el mismo día. Qué curioso. De todos modos me lo apunto por si tengo oportunidad de hacerme con él.
Qué pena que no lo tuvieran. Pero es una lectura muy entretenida, más todavía si te gustan los perros. A ver si tienes suerte y puedes leerlo 😉
Un beso, No solo leo.
Hola, Anabel. Del autor leí Mirada ciega y no sabes la angustia que pasé. Es curioso que no volví a leer nada suyo gustándome el género. Pero esto de los animales manipulados no me mola, además suelen tener un aspecto poco agradable.
Igual con otro.
Besos
Aquí hay uno de los seres que no es nada agradable, pero el otro es adorable 🙂
Voy a cotillear el que me comentas de Mirada ciega 🙂
Un beso, Norah.
Hola.
Desde luego que no hay mejor ejemplo para este libro de no juzgues a un libro por su portada, increble.
Muchos besos.
Horrible, no sé a quién se le pudo ocurrir…
Un beso, Rubí.
la novela fue adaptada al cine algunos años despues. he sentido curiosidad por leerla desde que lei sobre ella en ciruclo de lectores. mi madre estuvo suscrita algunos años. no la he logrado encontar , ni en ferias del libro ni en el dia del libro. supongo que ha estado en alguna libreria donde estaba pero no me fije. aun no he desistido de encontarla, aunque tampoco tengo tanta curiosidad. pero parece interesante.
Hola, Iosu:
No he visto la película, pero me gustaría 🙂 La novela está bien, pero cuesta encontrarla; yo lo he hecho en una librería de libros de segunda mano, a veces hay suerte 🙂
Un saludo.