La glándula de Ícaro. Anna Starobinets

Nunca había propuesto en la iniciativa Lecturas junto al fuego (más información aquí) un libro que uniera terror y ciencia ficción. Por eso iba siendo hora de hacerlo. Opté por La glándula de Ícaro, sobre todo, porque entre las etiquetas con que se clasifica en Goodreads están tanto la de «ciencia ficción» como la de «horror» y porque lo había leído hace tiempo y me había gustado.

La autora, Anna Starobinets, es una periodista, guionista y escritora nacida en Moscú en 1978. Ha escrito obras muy diversas: libros para niños y también colecciones de relatos que le han valido el apelativo de «reina rusa del terror». En 2018, la Sociedad Europea de Ciencia Ficción (ESFS) le concedió el premio a la mejor autora de ciencia ficción. Por mí parte, la conocí, hace ya algunos añitos, en una charla que dio en Avilés en el Festival Celsius. Allí habló de muchas cosas (de su vida, de la escritura, de lo bien recibida que se sentía en España…), pero me llamó la atención la confesión que hizo sobre la repulsión que siente hacia los insectos y que está presente en sus obras. Y, sin duda, esto es algo que se aprecia en su manera de narrar, en su extraordinaria manera de narrar.

Por si queréis saber más sobre esta gran autora, de la que quiero leer más, aquí os dejo enlazada una entrevista en elDiario.es  en la que habla de este libro en concreto y de su vida.

El libro de las metamorfosis

En La glándula de Ícaro, Anna Starobinets nos propone siete relatos de ciencia ficción que, a pesar de ser totalmente independientes, tienen algo en común, un tema que cohesiona el conjunto: el cambio. No en vano el libro lleva el subtítulo de “El libro de las metamorfosis”. Todos los protagonistas, o sus seres más cercanos, sufren un cambio que siempre resulta ser brutal y descarnado. Una transformación terrorífica en sus resultados, pero también en su inevitabilidad. Starobinets nos habla del horror de la desesperanza, el fatalismo y, el más terrible de todos, el horror del cambio… ese proceso al que todos los seres vivos, una vez superado el periodo infantil, temen; porque incluso los animales más curiosos, como los seres humanos, son neofóbicos…

Los relatos

Lo cierto es que no todos los relatos del libro podrían incluirse en el subgénero horror-ciencia ficción (al menos, yo no incluiría en esta etiqueta a los relatos de Siti y La frontera), por lo que os voy a hablar solo de los que creo que sí.

―La glándula de Ícaro: El cuento que da nombre a la antología recuerda, como nos apunta Laura Fernández en el prólogo de esta edición, al horroroso cuento “El padre-cosa”, de P. K. Dick: ese padre que está a punto de cambiar, de metamorfosearse, de convertirse en otra cosa. En este caso, gran parte de la culpa recae en la mente colectiva llamada internet. Pero, aparte del horror de esa inteligencia colectiva ―algo que parece aterrar a la autora tanto como los insectos―, el cuento también nos habla del terror de vivir en sociedad, de la presión social y del libre albedrío en contraposición con la seguridad. Son cuestiones esenciales en la vida (sobre todo de una vida en sociedad), y la autora las plantea de forma cruda en esta narración.

―El Lazarillo: Este es un relato de terror de pleno derecho. El horror radica en la horrenda y profunda metamorfosis del protagonista, pero también en el conocimiento que consigue vislumbrar. Para mí es un cuento con un evidente punto lovecraftiano y que podría incluirse en una antología de “cuentos de horror cósmico”. El final queda sin una explicación clara y en una segunda lectura podría intuirse una crítica a la arrogancia.

―El parásito: Gran relato que trata temas tan diferentes como la diversidad, el fanatismo religioso y la evolución. Para muchos es el mejor relato de la obra. Un científico, un sacerdote, un Frankenstein y un narrador que cuida del monstruo son los pilares sobre los que crece el cuento.

―Delicados pastos: Esta historia transhumanista trata los temas de las diferencias de clase y de la acumulación de recursos por parte de los privilegiados. Personalmente, lo veo como un cuento de fantasmas llevado al transhumanismo.

―Spoki: Creo que es mi cuento favorito de la colección. Un relato que bordea el horror justo desde el límite y por ello tal vez muchos lectores se nieguen (y en su derecho están, porque lo mejor de la vida es la diversidad de opiniones, si no vaya aburrimiento…) a ponerle tal etiqueta, sin embargo, a mí me produce una sensación de horror tan intensa, tan desgarradora, tan brutal que me es imposible no evocar esa palabra al hablar de él. Trata de la alienación y del peligro, nuevamente, de internet y de la presión social.

Ciencia ficción y horror

¿Se puede clasificar como lectura de horror? Creo que sí, aunque sobre todo lo diría por el horror que producen ciertas revelaciones al final de los relatos. A mis compañeras de lectura (ya que he tenido el placer de leer este libro en compañía de Margari, administradora del blog Mis lecturas y más cositas, y de Nitocris, administradora del blog Un libro en un tris) se les ha quedado más corto que a mí en este sentido. Así que puede que a vosotros también: avisados quedáis 😉

Reto Libros Rescatados

Este libro ha sido una relectura para mí, por lo que es perfecto para avanzar en el Reto Libros Rescatados del blog Un libro en un tris. Al principio iba a colocarlo en “Libro que te gustó la primera vez que lo leíste”, pero finalmente he decidido que encaja mejor en “Libro que no recuerdas”, ya que conservaba una idea muy muy vaga de él. Para superar el reto he de hacer una pequeña comparación entre lecturas: he de decir que esta vez, como la primera, me ha gustado, si bien lo recordaba como más de terror. Creo que esa es una sensación que queda con el paso del tiempo debido a que sus historias poseen unos desenlaces tan impactantes y un horror tan inevitable que conmocionan al leerlos.