Cuando acabé esta lectura, me quedé en shock. Desde que la empecé hasta que la acabé no pude dejarla. Tras terminar el primer capítulo en un clímax propio de un desenlace, me pregunté cómo seguiría la historia, ya que me parecía muy difícil que la autora consiguiera mantener la tensión; sin embargo, con cada capítulo había una nueva vuelta de tuerca, una explicación insospechada, una historia que se volvía más turbia; hasta llegar al final, que fue tan impactante como el inicio.
Argumento
El último día de clase, la profesora Moriguchi les hace dos confesiones a sus alumnos: La primera es que ese es su último día en el colegio, el motivo está en la reciente muerte de su hija de cuatro años ahogada en la piscina de la escuela. La segunda es que ha descubierto que su hija murió no en un accidente como se había creído, sino asesinada por dos alumnos de su aula. Sí, en esa clase en la que están hay dos asesinos, y, sí, ella sabe quiénes son. Pero Moriguchi no irá a la policía: ella no quiere justicia, quiere venganza.
El efecto Rashomon
Para contar esta historia la autora ha optado por el efecto Rashomon: narrar el mismo hecho desde diferentes perspectivas. Así, somos testigos de, entre otros, el punto de vista de la profesora, el de los asesinos de solo trece años o el de una de las compañeras de clase de estos asesinos. Los personajes nunca nos cuentan exactamente lo mismo, ya que sus motivaciones o sus conclusiones son completamente diferentes. Con cada nuevo testimonio que conocemos, nos vamos empapando de una verdad que solemos olvidar: nada es lo que parece a primera vista, ni nadie.
A pesar de que incidir repetidamente sobre los mismos sucesos podría hacer pesada la lectura, lo que ocurre es todo lo contrario: con cada “confesión” nuestra comprensión de los hechos se amplía y estos se vuelven más turbios y espeluznantes.
La novela nos lleva por el camino de venganza ideado por una madre rota tras el asesinato de su hija; mientras transitamos por esa senda, la autora nos obliga a reflexionar, a veces de manera incómoda, sobre la edad mínima de responsabilidad penal del menor, sobre la empatía, la justicia, la venganza, el egocentrismo, la educación, la crueldad adolescente y las apariencias.
El final es brutal, inesperado y, aunque un poco inverosímil (algo que no solo ocurre en este momento de la novela), tan perfecto e impactante que en realidad da igual. Me quedé anonadada, jadeando y necesitando un parón para elegir mi próxima lectura.
Terror social
Confesiones es un thriller que se adentra en el subgénero del terror social, narrado con una prosa sencilla que logra penetrar en lo más hondo del lector a la vez que lo hace pivotar entre sentimientos tan distintos como el odio, la compasión, el horror y el ansia de venganza.
Una de las historias que más me ha impactado este año. Os la recomiendo sin dudar.
Hola guapísima, pues me parece una premisa muy interesante y si encima te ha impactado tanto lo tendré en cuenta.
Un besazo
¡Una de mis mejores lecturas del año!
Un beso, Nitocris.
Si me lo cuentas así, imposible no querer leerla.
Besotes!!!
Jejejeje Espero que te guste tanto como a mí 😉
Un beso, Margari.
Hola me ha parecido muy interesante lo que comentas en tu reseña aunque creo que es un tanto fuerte la historia, de todos modos me la apunto. Curiosa esa manera de narrar.
Es una historia fuerte, pero te la recomiendo mucho, creo que te gustará 😉
Un beso, No solo leo.
Hola, Anabel.
Me has dejado con los pelos de punta. Yo confieso que cada vez que veo noticia de niño asesinado creo que la madre o el padre debería vengarse. No es fácil estar a la altura de un comienzo tan prometedor, ya hemos visto muchas veces cómo se caen por el camino. Y sí, con 13 años, algo tan extremo como matar sí sabes lo que es y que está mal.
El final inverosímil me vale si me lo cuentan de manera que yo me lo crea.
Una más para la saca.
Besos y feliz semana Halloweenera.
Hola, Norah:
Es una de las historias que más huella me va a dejar este año. Todavía cuando pienso en ella me da un acelerón el corazón.
Espero que te guste tanto como a mí si al final te animas.
Un beso y feliz semana 😉
No lo leí, pero vi la peli. Recuerdo que era muy exagerada, tal como los acontecimientos se van sucediendo, pero, aunque es particular (supongo que como muchas asiáticas, donde uno tiene que poner de su parte y echarle imaginación), aun así de algún modo la historia te acaba enredando en esta madeja de personajes turbios. Es absorbente hasta el final.
Un beso 😉
No vi la peli, pero la novela me ha gustado mucho y no me importaría ver su adaptación.
Un beso, Ray.