La hija de Jezabel, sin ser una de las grandes obras de Collins, es una lectura muy grata, por lo que me animé a releerla para el reto Libros Olvidados, del blog Un libro en un tris (para la condición Libro que te gustó).
Argumento
Estamos ante una sensation novel (que nació como adaptación de una obra teatral titulada The red vial) con intriga, múltiples coincidencias, crímenes y una mujer en el centro de la historia.
Tras la muerte de su marido, la viuda Wagner decide continuar con el ánimo reformista de su esposo, tanto en el ámbito comercial como en el social. En el primer ámbito, la señora Wagner insistirá a los socios de su marido en la filial de Fráncfort, el señor Keller y el señor Engelman, para que contraten a mujeres; en el segundo, rescatará del manicomio popularmente conocido como Bedlam a un paciente para demostrar que una terapia basada en la amabilidad y la compresión, sin usar la fuerza ni el dolor (vamos, una terapia de lo más loca), es eficaz.
Por su parte, el señor Keller enviará a su hijo, Fritz, a vivir con la señora Wagner a Londres, para alejarlo de la señorita Minna. El motivo por el que Keller no aprueba a Minna como futura nuera es madame Fountaine, madre de Minna, una mujer que arrastra una terrible fama y a la que apodan Jezabel. Desgraciadamente, nadie puede imaginarse de lo que es capaz la viuda Fontaine con tal de conseguir lo que quiere. Y lo que quiere es que su hija se case con Fritz.
Narrador
En la primera parte, el libro e está narrado en primera persona por David Glenney, sobrino de la señora Wagner, que cuenta la historia desde el recuerdo que de ella tiene cincuenta años después de los sucesos. La segunda parte es curiosa, ya que David desaparece de escena, pero sigue siendo el narrador: todo lo que cuenta será lo que le llegue, tiempo después, recogido por testimonios y diarios. Esto, que podría conducir a un estilo epistolar, en realidad no lo hace, y David se convierte en un narrador en tercera persona omnisciente, novelizando esos hechos.
Personajes
Los personajes no son tan atractivos como en otras novelas de Collins. De hecho, uno de los menos interesantes es aquel que da título a la novela, la hija de Jezabel: Minna es una idealización de la jovencita de buen corazón. Más interesante es el juego de opuestos que realiza el autor entre las dos viudas. Y otro personaje a destacar sería Jack Straw.
Las dos viudas
Madame Fontaine es la villana y protagonista, ya que esta, creo, es una historia centrada en la villana. Es una mujer dispuesta a cualquier cosa con tal de lograr sus objetivos, y cuya única nobleza reside en el amor que siente por su hija, si bien, este mismo amor puede ser fuente de hechos perversos. Aunque puede recordar por su tendencia a la manipulación y su fuerte carácter a Lydia Gwitl, la gran antagonista que crea Collins en Armadale, Jezabel carece de la inteligencia, sensualidad, ambigüedad y carisma de aquella. En parte es así porque madame Fontaine es, prácticamente, una malvada pura, que solo logra cierta redención a través de la forma en que trata a su hija. Además, las pocas veces que muestra remordimientos estos no resultan creíbles.
Su opuesto es otra mujer, otra viuda, también de gran carácter y fortaleza, la señora Wagner; pero, si la primera usaba su inteligencia de forma egoísta, amoral, e incluso criminal, la señora Wagner la pone al servicio del prójimo, conduciéndose en sus acciones siempre no solo dentro de la legalidad, sino de la honestidad. La señora Wagner es el personaje más interesante de la novela, representa a una mujer filántropa, pero que también sabe llevar un negocio; una mujer progresista y decidida a la que los hombres no pueden acallar.
El loco
Jack Straw es un hombre con una enfermedad mental que, tras ser rescatado del manicomio Bedlam por la señora Wagner, siente por ella un terrible afecto y dependencia. Su personaje denuncia el mal trato y la mala consideración que en la época tenían las personas con enfermedades mentales. Sin embargo, a mí Jack Straw me resultó excesivo, irritante en extremo. Collins explica en el prólogo que este es un personaje luminoso que empleó para atenuar las escenas más oscuras y terroríficas del relato; supongo que esa fidelidad es parte de su luminosidad, pero a mí me resultó exasperante.
Temas
Para mí, el más importante que subyace en la obra es el de la maternidad y cómo una mujer puede hacer cualquier cosa por su descendencia sin que esto la convierta en una buena persona. No obstante, en el prólogo, Collins señala justo lo contrario: que el personaje de madame Fontaine sirve para indagar en el instinto materno y cómo este puede ser una fuerza purificadora.
Por otra parte, como comenté anteriormente, Collins se sirve del personaje de Jack para denunciar el mal trato que sufrían las personas con enfermedades mentales en las instituciones en las que eran encerradas, y del personaje de la señora Wagner para defender la igualdad de las mujeres y su derecho al trabajo fuera del ámbito doméstico.
Otro tema que me gustaría mencionar sería el de la Fatalidad. Sin tener la misma entidad que en Armadale, hay tantas coincidencias que resulta imposible no pensar en ella.
Resumiendo
No estamos ante el mejor libro de Collins: sus personajes no son tan magnéticos como en Armadale ni la intriga es tan potente ni intrincada como en La dama de blanco o La piedra lunar; sin embargo, careciendo de un gran misterio o una compleja trama, logra mantener la tensión y el suspense en todo momento. Aunque voy a recalcar que esta es mi opinión, porque he visto este libro en numerosas ocasiones marcado como abandonado en Goodreads. En todo caso, a mí me ha gustado tanto casi tanto como la primera vez que lo leí, y creo que merece una oportunidad por parte de los amantes de Collins, las sensation novels, las novelas de intriga o las novelas victorianas.
Tengo muy pendiente al autor, y de este año no pasa sin que lo lea. Viendo tus impresiones, no será este libro con el que me inicie. Estupenda reseña.
Un beso 😉
Si no has leído nada de Collins, empieza con La dama de blanco, creo que es el que más te puede gustar. O La piedra lunar. Ya nos contarás 😉
Un beso, Ray.
Llevo mucho tiempo alejada del autor. Y mira que me gusta. También es cierto que las que he leído son sus mejores obras, La dama de blanco y La piedra lunar. Y algún que otro relato. Este que traes no lo conocía. Tomo nota, pero leyéndote, veo que no tengo que elevar mis expectativas.
Besotes!!!
El problema, creo, es que lo comparamos con sus grandes obras, pero ya verás cómo te los pasas bien con la que va liando Collins jejejeje
Un beso y cuéntame si te animas 😉
Hola guapísima, qué bien que hayas leído este relato para la premisa de libro que me gustó. Espero que te siguiera gustando tanto como antes. Lo vi hace poco en otro blog, y entre ese y tú, me estáis picando para que lo lea, jeje…
Un besazo
Ah, sí, sé me había olvidado decir sí me gustó tanto como la primera vez que lo leí; ya lo he añadido y sí, me ha gustado mucho.
Yo creo que te gustaría; lo malo es que tendemos a compararlo con otras obras de Collins, pero está muy bien.
Un beso.
Seguro que cae, eso ni lo dudes… Creo que hasta ya lo tengo en el kindle. jeje…
Un besazo
Espero que lo disfrutes mucho :*
No soy fan del autor,: así que esta vez no me lo llevo.
Un beso.
Si no te gusta el autor, no te insisto 🙂
Un beso, Lady.
¡Hola preciosa!
No he leído nada de este autor y no se si me gustarían sus historias.
Que tengas un bonito fin de semana.
❀ Fantasy Violet ❀
Besotes! 💋💋
Te recomendaría La dama de blanco, creo que ese te podría gustar, Violeta.
Un beso y feliz fin de semana para ti también.
Hola Anabel!! Algunas novelas de Collins me encantan y otras no cumplen mis expectativas, pero genial reseña!! Besos!!
Si no has leído esta, dale una oportunidad, a mí me ha vuelto a dejar satisfecha en esta relectura 🙂
Besos, Ana.