Estamos en pleno mes del terror, y por ello estoy leyendo solo horror o historias oscuras. Hoy vengo a hablaros de mis cuatro últimas lecturas (a excepción de El quinto
Hace algo más de un año que leí Cinco tumbas sin lápida de Tony Jiménez (podéis leer aquí la reseña). Tumbas vacías es la continuación directa de esa novela y
Después de leer Cinco tumbas sin lápida (mi opinión aquí), Casa de sombras (mi opinión aquí) y el relato Nada mejor que la sonrisa de un niño recogido en la antología
A veces pienso que leer un libro es como comer. Hay libros casi intragables o que causan una tremenda indigestión, otros son pequeñas y deliciosas delicatessen, otros son divertidos sorbetes,
El circo. El escenario perfecto para alumbrar macabras historias al grito de: «Acérquense, niños y niñas. Acérquense, señores y señoras. Pasen y…». Nace allí, recreándose en este ambiente, Pasen y mueran, una antología con catorce asombrosos relatos de terror ambientados en el mundo del circo y precedidos de un magnífico prólogo de un excepcional maestro de ceremonias: ¡Nada más y nada menos, señoras y señores, que Mikel Santiago! Y en el peculiar circo de catorce pistas de Pasen y mueran encontraremos de todo: payasos, ventrílocuos e incluso algún zombi y algún vampiro…
Tony Jiménez es un escritor de terror malagueño con varias obras publicadas a sus espaldas. Con Cinco tumbas sin lápida homenajea abiertamente a Stephen King y Sam Raimi y da inicio a la trilogía Shelter Mountain.